viernes, 9 de octubre de 2009

Un mundo sagrado

Con una lágrima rosada
Mi cuerpo descansó
Ahora siento calmada
Mi desgracia y mi dolor

En esa corta mañana
El viento cruzó
Y un poco después
Amaneció

Yo estaba caminando
Pensando y rezando
Vi el viejo y oscuro campo
Que bajo una sombra durmió

Pero ya despertó
Y tampoco mi cuerpo murió
Y vino a mí volando
El tenue mundo del amor

Yo la esperé sentado
Y en ella el sol se postró
Me quedé muy entusiasmado
Pues ella en mis brazos calló

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